Johana Ñanculipe
Llegué a las tutorías de Jesús cuando estaba desmoralizada completamente, ya había reprobado el tercer (y último) examen por segunda vez y buscaba un tutor que me pudiera apoyar en ese difícil proceso.
Sus tutorías contaban con muy buenos comentarios acerca de su calidad académica, lo que se ve reflejado en el alto porcentaje de aprobación que tienen sus alumnos.
Al comenzar las clases me di cuenta de que él se preocupa del aprendizaje de todos sus alumnos, muestra una gran dedicación en la enseñanza, además de una inmensa paciencia para atender todas las dudas que se presentan.
Al momento de las interrogaciones, el profesor Jesús se preocupa de crear un ambiente de confianza, cercanía y apoyo, por lo que no se hacían terribles, da tips que ayudan a comprender mejor la materia y se aprecia que él se toma muy en serio el avance y desempeño de sus alumnos.
Todo lo anterior, sumado a las simulaciones y de la dedicación que tiene Jesús para preparar cada uno de sus materiales de clases -para que estén acorde al temario y a la doctrina del profesor que prepara este-, hace que sus alumnos lleguen preparados y tranquilos a dar el examen.
¡Haber tomado sus tutorías fue una de las mejores decisiones de la vida, pues es el mejor tutor que puede existir!